Canadá, Corea del Sur, Japón, México y la Unión Europea se reunirán en Ginebra.
Canadá, Corea del Sur, Japón, México y la Unión Europea (UE), se reunirán en Ginebra la próxima semana para acordar una respuesta a la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de autos y autopartes, dijeron funcionarios familiarizados con las conversaciones.
La administración Trump ha sido muy criticada por los fabricantes de automóviles, gobiernos extranjeros y otros mientras estudia aranceles de hasta un 25%, que podrían elevar los costos de los vehículos, perjudicando las ventas y los empleos en la industria global.
Varias potencias automotrices han conversado en los últimos días sobre sus temores y una posible respuesta coordinada a la investigación de la Sección 232 que ordenó Trump el 23 de mayo para determinar si las importaciones de autos son una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, dijeron las fuentes. Las pesquisas podrían completarse en unas semanas, aunque otras similares ordenadas el año pasado que dieron lugar a aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, tardaron cerca de 10 meses.
El Departamento de Comercio estadounidense cuenta con 270 días para ofrecer recomendaciones al presidente después de que inicia una investigación. Luego tiene 90 días para actuar. No quedó claro de inmediato qué tipo de respuesta estarían buscando los países, aunque Canadá, México y la Unión Europea reaccionaron con aranceles de represalia a los gravámenes impuestos por Trump en marzo. Otra opción sería luchar contra Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Viceministros de estos países se reunirán el 31 de julio para intercambiar opiniones, dijeron a Reuters un funcionario canadiense y otro mexicano bajo condición de anonimato. “El encuentro busca reunir a los mayores países fabricantes para que podamos discutir nuestras preocupaciones sobre la investigación de la Sección 232 del Departamento de Comercio de Estados Unidos sobre automóviles y autopartes”, dijo el funcionario canadiense.
REUNIONES CON LA OMC
La Secretaría de Economía de México confirmó que el subsecretario Juan Carlos Baker viajará a Ginebra para “reuniones de trabajo sobre varios temas”, incluido un encuentro con el jefe de la OMC, Roberto Azevedo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá no quiso hacer comentarios. Según el sitio web de la OMC, Azevedo se reunirá con Baker el lunes, y después con el viceministro de Comercio de Canadá, Timothy Sargent. El martes mantendrá un encuentro con el viceministro de Relaciones Exteriores de Japón, Kazuyuki Yamazaki. El funcionario mexicano dijo que las reuniones tienen relación con aranceles a autos.
Los eventuales aranceles a autos podrían golpear a Hyundai Motor de Corea, Toyota Motor de Japón y la BMW de Alemania, así como a fábricas en todo el mundo de las estadounidenses General Motors, Ford Motor y Fiat Chrysler Automobiles.
El acuerdo de Trump de no imponer aranceles a autos de la UE a cambio de una reducción a barreras comerciales para productos estadounidenses ayudó a calmar los temores de una guerra comercial, pero su decisión final se conocerá hasta que la investigación de seguridad concluya en los próximos meses. Los fabricantes de autos de Estados Unidos redujeron el miércoles sus pronósticos de ganancias para el año debido a las fricciones comerciales, y sus acciones cayeron por apuestas de los inversores a que las disputas afectarían márgenes y ventas. Aunque las esperanzas de un gran avance en las negociaciones de Estados Unidos y la UE impulsaron a las automotrices el jueves, las reuniones previstas son una señal de que las naciones fabricantes quieren prepararse para lo peor.
COMERCIO ADMINISTRADO
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, planteó la semana pasada la necesidad de cooperación de las principales naciones interesadas en la investigación estadounidense sobre autos en una reunión en Ottawa con el ministro de Comercio de Corea del Sur, Kim Hyun-chong, dijo el ministerio surcoreano en un comunicado.
En una gira que también incluyó a Estados Unidos, Kim abordó la idea de trabajar juntos para enfrentar los aranceles en una reunión del bloque comercial de la Alianza del Pacífico el lunes en México, dijo otro funcionario mexicano y un diplomático con conocimiento del asunto, bajo condición de anonimato.
Funcionarios consultados por Reuters en Canadá, México y Corea del Sur dijeron que esas discusiones eran preliminares, y otro funcionario canadiense los caracterizó como una comparación de notas en vez de una discusión sobre una reacción coordinada. “Hemos verificado y escuchado la postura de cada uno. Sin embargo, como la investigación de aranceles a autos todavía está en curso, es difícil saber cómo serán las cosas en esta etapa”, dijo un funcionario del Ministerio de Comercio de Corea del Sur que prefirió no ser identificado. A Canadá le preocupa que Corea del Sur obtenga una exención que le dé una ventaja competitiva, dijo el diplomático, luego de que el país asiático aceptó cuotas para sus exportaciones de acero a cambio de una exención de los aranceles a metales que afectaron a Canadá, México y otros aliados.
Ahn Dukgeun, profesor de la Universidad Nacional de Seúl que asesora al gobierno de su país en asuntos comerciales, dijo que el gobierno de Corea del Sur estaba dividido sobre qué camino tomar. “Corea del Sur está en una encrucijada”, sobre “profundizar el comercio administrado” con Estados Unidos o ponerse rudo, como quejarse ante la OMC y usar aranceles de represalia, dijo. Debido a las diversas reglas internas sobre represalias arancelarias, coordinar cualquier acción entre varios países “rápidamente se vuelve diabólicamente difícil”, comentó el diplomático. “La idea es que queremos saber que si vamos a la OMC, si utilizamos el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) en nuestro caso o si tomamos represalias”, nuestros socios harán cosas similares”, agregó el diplomático.
Las conversaciones son más intensas que antes de los gravámenes a acero y aluminio, dijeron el diplomático y el funcionario canadiense. Una razón sería que los países saben ahora que Trump no duda en apretar el gatillo de los aranceles. Otra razón es el peso económico de la industria automotriz. Estados Unidos importó 173,000 millones de dólares en autos y 70,000 millones en autopartes en 2016, comparados con 21,000 millones de dólares de acero.
el economista