Los menores, juzgados en Cisjordania por la ley marcial y en Jerusalén por la civil, son sometidos a violencia verbal y física en los interrogatories.
La policía israelí arrestó a Shadi Farrah, de 12 años, cuando volvía del colegio a casa, en Jerusalén. “Dijeron que llevaba un cuchillo para apuñalar, pero no pudieron presentar testigos en el juicio. Lo arrestaron, le afeitaron la cabeza y lo tuvieron cuatro días en una celda, helado. Estuvo detenido nueve meses”, relató su madre a la oenegé palestina Addameer.
Othman Suleiman, arrestado en el 2014, a los 15 años, fue interrogado ocho horas diarias, 28 días. “Me amenazaron con violarme diciendo: ‘Si no quieres hablar por la boca, te haremos hablar por otro sitio’. Tuve mucho miedo y confesé algo que no había hecho”, explicó Othman.
Desde el año 2000, más de 12.000 niños y niñas palestinos han sido arrestados por las fuerzas israelís. Según Addameer, ahora hay 291 detenidos, 49 menores de 16 años. Los suelen acusar de haber lanzado piedras contra soldados, policías o coches de colonos, cargo que les puede suponer 20 años de cárcel.
Detenciones indiscriminadas
“Los detienen de forma regular e indiscriminada sin pruebas o con muy pocas. Los tribunales suelen basarse en testimonios de soldados para condenarlos”, denuncia la oenegé israelí BTselem.
“El porcentaje de condenas en Cisjordania es de casi el 100% porque los acusados firman a regañadientes acuerdos de reducción de pena en que se declaran culpables”, señala la oenegé.
Los menores en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel, están sujetos a la ley militar y los juzgan tribunales castrenses. Según la ley, los padres han de ser informados del arresto de sus hijos y tienen derecho a estar en las audiencias, pero esto se cumple poco. Los interrogadores tienen que informar a los menores de su derecho a un abogado, aunque solo se contacta con uno si el niño facilita sus datos.
Acuerdos son la fiscalía
Los periodos de detención se redujeron sobre el papel pero se renuevan fácilmente. La sentencia contra un menor palestino se decide según la edad que tiene al juzgarlo, no cuando cometió el supuesto delito.
A los menores de Jerusalén se les aplica la Ley Juvenil Israelí de 1971 (civil) porque Israel se anexionó el este de la ciudad. Pero en el 2014, los tribunales “empezaron a rechazar las peticiones para liberar a niños. Esto provocó que sus padres buscaran acuerdos con la fiscalía para tenerlos en la cárcel el menor tiempo posible. Se encarcela a la mayoría de menores arrestados por delitos de seguridad no demostrados”, indica Addameer.
El Parlamento israelí aprobó en el 2016 una ley que permite meter en prisión a menores de 14 años por delitos de “terrorismo”.
Impacto en la salud mental
Muchos menores han sido sometidos a violencia verbal y física y han firmando confesiones en hebreo que no entienden. “La fuerzas israelís han torturado o maltratado a detenidos palestinos, incluidos niños” con métodos como golpes, bofetadas, estrangulamientos, posiciones dolorosas, privación de sueño y amenazas”, afirma la oenegé Amnistía Internacional. A veces les proponen ser informadores de las fuerzas de seguridad.
“Los menores sufren un gran daño. Están aislados, sin abogado ni padres y rodeados por representantes del régimen de ocupación”, alerta B’Tselem. El Centro de Rehabilitación para las Víctimas de la Tortura advierte que les causan “un impacto destructivo en su salud mental y suelen abandonar la escuela”.
efe
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