Suspende una partida de 300 millones por la pasividad de Islamabad contra el terrorismo.
EEUU suspende su ayuda en seguridad a Pakistán “hasta que tome medidas contra el terrorismo”.
Pakistán convoca al embajador de EEUU tras el primer tuit del año de Trump.
Estados Unidos ha anunciado este domingo la suspensión de la ayuda militar a Pakistán de 300 millones de dólares, debido a la pasividad del país en la lucha contra los grupos terroristas que operan dentro de sus fronteras.
La partida salía de los Fondos de Apoyo a la Coalición, un programa de reembolso a los países aliados por su respaldo en las operaciones contra la insurgencia armada. La decisión se hace pública poco antes de un esperado viaje a Islamabad del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
Ya en enero de este año, el Pentágono suspendió cerca de mil millones de dólares en ayudas al país como consecuencia de los fracasos de Islamabad en la lucha contra la red terrorista de Haqqani, el ala dura del movimiento talibán con sede en Pakistán. La medida fue tomada por el Secretario de Defensa de EEUU, el ex general James Mattis, y fue difundida de inmediato por el presidente, Donald Trump, quien cargó contra el país desde su cuenta de Twitter. “Estados Unidos le ha dado de manera estúpida a Pakistán más de 33.000 millones de dólares durante los últimos 15 años, y ellos no nos han dado nada más que mentiras y engaños, pensando que nuestros líderes son tontos”, señaló entonces el mandatario estadounidense, en referencia a la asistencia prestada por su país desde 2002.
En enero, Mattis -quien considera que Islamabad proporciona santuarios a los talibán- aún esperaba poder autorizar la ayuda militar cancelada ayer, confiando en un cambio de actitud por parte de las autoridades paquistaníes. Sin embargo ese cambio no ha llegado a producirse. “Debido a la falta de intervenciones decisivas en apoyo de la Estrategia del Sur de Asia, se han cambiado de destino los 300 millones”, ha indicado el teniente coronel Kone Faulkner, portavoz del Pentágono, quien ha añadido que ese dinero se gastaría en otras “prioridades urgentes”.
La relación entre Washington e Islamabad -aliados desde la independencia de Pakistán en 1947- siempre se ha ubicado en una zona de grises en la que las ayudas económicas y militares están en declive desde hace años. Esta falta de coordinación entre ambos países se evidenció en 2011 durante el transcurso de la operación para dar caza al entonces líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, escondido en Pakistán.
Mientras la relación con EEUU se tensa, China tiende puentes con Pakistán. La influencia del gigante asiático -con el que Trump mantiene un duro pulso comercial- se hace cada vez más fuerte en la región gracias a su colaboración en diferentes proyectos en infraestructuras del país.
Las sanciones económicas de Washington podrían tener graves repercusiones en la economía de Pakistán, que valora estos días si pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional o, directamente, a China.
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