Facebook destapa una nueva campaña de manipulación masiva en Estados Unidos.
Acusan a Facebook de proteger cuentas de extrema derecho.
¿Se acabó la fiesta para las tecnológicas? De momento, el senador demócrata de Virginia, Mark Warner, advirtió ante la directora de operaciones Facebook Sheryl Sandberg y el director ejecutivo de Twitter Jack Dorsey que “el Congreso va a tomar medidas. La era del Salvaje Oeste en los medios sociales se acaba”, indicó el demócrata durante al audiencia en el Capitolio, a la que faltó el jefe ejecutivo de Alphabet, empresa madre de Google, Larry Page.
Durante la vista, Sandberg intentó apaciguar a los senadores cuando entonó el “mea culpa” al confesar que la respuesta a la campaña de desinformación rusa durante las elecciones se hizo muy despacio. “Fuimos demasiado lentos en detectar esto y demasiado lentos en actuar. Eso es culpa nuestra. Esta interferencia fue completamente inaceptable, violó los valores de nuestra empresa y del país que amamos”, confirmó Sandberg, que aseguró que Facebook está decidido a combatir cualquier intento futuro de injerencia.
Sin embargo, replicó al senador ante su aviso de regulación. “No pensamos que sea cuestión de si regulamos, sino de la regulación correcta”, intentó matizar Sandberg durante su comparecencia con el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey. Un gesto conciliatorio sobre todo con los políticos demócratas a pocas semanas de las elecciones de mitad de legislatura. En cambio, sólo el tiempo dirá si su paso por Washington forma parte del teatro político del Capitolio o representa el comienzo de una nueva era.
Durante la comparecencia, también quisieron preguntar por cómo sus plataformas notifican la presencia de usuarios extranjeros que intentan influir en las campañas. De forma vaga, Sandberg indicó que Facebook ha mejorado en informar a sus usuarios sobre cómo identificar las cuentas y las publicidades falsas. Una explicación que sirvió de poco a la senadora republicana de Maine, Susan Collins, que criticó a Twitter después de que su cuenta se haya visto afectada por injerencias rusas.
No sólo se centraron en el daño directo al proceso electoral, que se puso de manifiesto en las presidenciales de 2016. También, el senador Joe Manchin III, demócrata de Virginia Occidental, les quiso preguntar por sus responsabilidades con la venta ilegal en sus plataformas de opiáceos. Una cuestión que Sandberg y Dorsey evitaron responder de forma directa, aunque reconocieron que estarían abiertos a reformas en la ley.
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