Ministerio libanés de Información
La primera movilización del nuevo curso político para denunciar la política social de Macron tiene un escaso seguimiento.
Mientras el Elíseo perfila una inminente remodelación gubernamental, los sindicatos franceses han vuelto a plantar cara al Ejecutivo con una jornada de paros y movilizaciones en todo el país para denunciar la “destrucción del modelo social” que, a su juicio, conllevan las políticas del presidente Emmanuel Macron.
Muy debilitadas desde que perdieron la batalla de la reforma laboral y de la empresa estatal de ferrocarriles (SNCF), las centrales intentan aglutinar el malestar de numerosos colectivos, empezando por los jubilados que periódicamente se manifiestan en protesta por la pérdida del poder adquisitivo de sus pensiones.
División sindical
Junto a los pensionistas, este martes han desfilado por las calles de las principales ciudades francesas estudiantes, funcionarios y trabajadores convocados por la Confederación General del Trabajo (CGT), Fuerza Obrera (FO) y la Unef, sindicato estudiantil que rechaza la reforma de acceso a la universidad aprobada antes del verano porque introduce por primera vez en Francia un criterio de selección para poder cursar estudios superiores.
Sin embargo, el frente sindical sigue dividido. La Federación Sindical Unitaria (FSU) mayoritaria en la función publica, y la reformista Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) se han desmarcado de la convocatoria. No solo por divergencias en la estrategia frente a la política liberal de Macron sino porque preparan la batalla de las elecciones que a finales de año determinarán qué central logra la mayoría entre los funcionarios.
Los paros han tenido escasa incidencia en los transportes públicos parisinos aunque se han notado en ciudades como Nancy o Niza. En Rouen, los estibadores han bloqueado el acceso al puerto y en algunas facultades, como la de Rennes o Tolbiac, en París, algunos estudiantes han impedido la entrada en las aulas.
En la capital, donde ha habido un herido tras algunos incidentes en la manifestación que transcurrió entre la estación de Montparnasse y la plaza de Italia, han desfilado entre 11.500 y 50.000 personas, según las cifras dadas por la policía y los organizadores, respectivamente.
Petición de diálogo
Gabinetes independientes que realizan el recuento para diversos medios hablan de 21.500 manifestantes. Son más que los 15.000 que salieron a la calle a finales de junio, pero la capacidad de los sindicatos para mantener viva la movilización sigue siendo limitada.
“Esperamos que el malestar que existe se manifieste” ha dicho en la cabecera del cortejo parisino el líder de la CGT, Philippe Martinez. El número uno de Fuerza Obrera, Pascal Pavageau, mientras, ha pedido al Gobierno “recuperar el camino de la discusión y del diálogo y mantener el modelo social”.
el periodico
