El Gobierno de la Liga y Movimiento 5 Estrellas esquivaría así las sanciones, pero la Comisión Europea tiene que comunicarlo todavía oficialmente.
El Gobierno italiano ha llegado este martes a un acuerdo con Bruselas para la aprobación de la ley de presupuestos de 2019 y esquivará las posibles sanciones económicas. Tras dos meses de negociaciones, fuentes de la presidencia del Consejo de Ministros señalaron a este periódico que se ha alcanzado a un punto de encuentro entre ambas posiciones. Un éxito ante el que desde el Palacio Chigi pide prudencia hasta que no sea comunicado oficialmente por Bruselas el miércoles por la mañana. Hasta ahora, señalan en el entorno del primer ministro, Giuseppe Conte, “solo ha habido una comunicación verbal de los comisarios Pierre Moscovici y Valdis Dombrovskis”. Los dos pesos pesados del choque con Italia.
El Gobierno de Conte presentó el martes una última propuesta de cuentas que reducía el déficit hasta el 2,04% del PIB. Un recorte doloroso para el Gobierno populista de Liga y Movimiento 5 Estrellas (M5S) que limaba unos 4.000 millones de las medidas más populares: la renta ciudadana y la reforma de la ley de pensiones. Aún así, Bruselas parecía no tener muy claro que dichos recortes estuvieran garantizados y temía que el déficit se disparase mucho más de lo previsto. Ahora, en cambio, Italia tiene “la razonable previsión de que la propuesta que será elevada al Colegio de la Comisión el miércoles será positiva y evitará la infracción”. Pero la discreción, señalan las mismas fuentes, es fundamental para que la negociación no descarrile en el último minuto.
Tras una larga jornada de conversaciones —el comisario para Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo el martes que se negociaba día y noche—, Italia cree que se ha llegado a un acuerdo definitivo. También lo confirmaban fuentes del ministerio de Economía, advirtiendo su carácter técnico, pero que supone un enorme alivio para ambas partes. Europa evita tener que aplicar un procedimiento de infracción histórico que enervaría sobremanera los ánimos del electorado italiano a cinco meses de unos cruciales comicios europeos. Más todavía si se tiene en cuenta que Francia superará con creces el límite de déficit para calmar las iras de los chalecos amarillos y la Comisión Europea no actuará del mismo modo.
Italia, superado el fantasma de las sanciones económicas y de la presión de los mercados, deberá aprobar ahora sus cuentas en las Cámaras y convertirlas en ley antes de terminar el año. El final de un largo y polémico periplo que permitirá al Gobierno de Liga y M5S demostrar si sus medidas estrellas sirven para estimular el crecimiento o bien encaminan al país hacia una recesión, como opinan muchos expertos.
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