El líder ultranacionalista ruso defiende que su país envíe al Ejército a Venezuela.
El dirigente también propugna que Moscú se haga con el control de toda Ucrania.
Cuando uno se dispone a entrevistar a Vladímir Volfovich Zhirinovski, el líder de los ultranacionalistas rusos, sabe a ciencia cierta que asistirá, en los siguientes minutos, a un brillante espectáculo, donde no escasearán los titulares, aunque eso sí, previsible y pronosticable. Si Putin dice que Rusia debe que anexionarse Crimea, el dirigente derechista defenderá, entre aspavientos, que hay que controlar toda Ucrania; si el Kremlin respalda a Maduro, él pedirá a voz en grito el envío soldados a Venezuela. El resultado final de este reparto de papeles acaba siendo siempre el mismo: al lado de los exabruptos del entrevistado, Putin aparece como una figura moderada y hasta de consenso.
-Cuando Trump triunfó en EEUU, en Rusia muchos se alegraron. Sin embargo, vamos hacia otra guerra fría. ¿Qué ha pasado?
-Nosotros sabíamos que iba a ganar. Lo dije a la BBC, mientras todo el mundo daba por seguro que la presidenta sería Clinton. Sabíamos que los americanos estaban cansados de la élite actual. Trump había hecho declaraciones que nos gustaban. Criticaba a la OTAN, Ucrania no le interesaba, y Crimea era rusa…. Sus palabras se diferenciaban mucho de las de Obama, de las de Bush. Pero si hubiera cumplido con su programa, lo habrían destrozado. No tiene mayoría en la Cámara de Representantes, la fiscalía le presiona… Por esta razón, está obligado a seguir la política de la vieja élite.
-Acaba usted de hablar de la OTAN. ¿Es un problema?
-La OTAN es un problema para Europa. En el caso de que haya un enfrentamiento en los países bálticos, en Ucrania, en Moldavia, la OTAN va a reaccionar. A los países no les interesa pertenecer a este club para no tener que defender a otro estado.
-Pero cada vez más países quieren entrar en la OTAN. ¿No será que tienen miedo de Rusia?
-Para ellos, entrar en la OTAN es la condición para entrar en la UE, que es lo que quieren. Ciertos países han recibido miles de millones de euros [de la UE]. Cuando un país se integra en la OTAN, tiene que incrementar gastos militares, tener un Ejército potente.
-¿Cree que Rusia puede mantener una carrera armamentística?
-Tenemos dinero suficiente. Que [EEUU] se vaya del Tratado de Armas de Alcance Intermedio. Que se vayan del START III. Y que comencemos una nueva carrera de armamentos. Vamos a reanudar las pruebas nucleares.
-Hablemos de Ucrania. Para Rusia, ¿cuál sería una buen solución?
-El país cada día vive peor y en cinco años se desintegrará. Y entonces podremos hacernos con el control de toda Ucrania. Y se acabó. Los 40 millones de ucranianos estarán cansados de un régimen vendido. No queda nada allí. Todos se han ido, solo se quedan pensionistas, batallones de voluntarios, agentes de aduanas. Y solo algunos reciben su salario. No han conseguido ser un Estado. Además, quienes allí viven son rusos. Mi abuelo tenía una fábrica allí. Es nuestro territorio.
-¿Qué cree que hará Putin?
-Por el momento, esperar. La situación allí cada día es peor. Es probable que el país se desintegre, que haya una guerra civil.
-¿Será Putin de nuevo candidato en las presidenciales?
-Según la Constitución, Putin no puede presentarse por tercera vez. Puede recurrir a [Dimitri] Medvédev, como antes. Puede que haya una reforma de la Constitución, mediante la cual se incluya en la composición de Rusia a otras entidades ahora fuera, como Abjasia, Osetia o Transnistria. Y este nuevo Estado comienza desde cero con otro nombre: Confederación Rusa. Todo puede suceder.
-¿Si cambia la Constitución, qué harán ustedes? Mucha gente dice que ustedes no son una auténtica oposición….
-Nosotros estamos a favor de limitar los mandatos presidenciales a uno único de cinco años, pero no queremos convertirnos en enemigos de Rusia. Nos diferenciamos [del partido oficial] en que querríamos que la plaza Roja estuviera limpia, y se enterrara a Lenin. Hay que acabar con los mausoleos, Mao Zedong, Ho Chi Minh. Todos tienen las manos manchadas de sangre. Otra diferencia es que estamos a favor de la centralización, sin poderes locales o entidades nacionales.
-¿Y qué haría con las repúblicas exsoviéticas?
-He viajado por toda la URSS, y le puedo decir que lo que quieren es vivir en un país grande con orden. Todas estas republicas son innecesarias. Los bolcheviques las crearon. En la Rusia zarista no había repúblicas. La democracia está bien para cambiar gobiernos, pero debilita al Estado.
-Usted, en política desde hace decenios, habla de la ‘vieja élite’ ¿Por qué no se va?
-Porque no hay cambios. Ziugánov (el veterano líder comunista) no se va, Putin y Medvédev tampoco. ¿Qué debo hacer yo? Si supiera que mi salida permite la entrada de una nueva generación, mañana mismo me iría. Esto hay que solucionarlo con una ley.
-Hay muchos partidos nacionalistas en Europa ahora. ¿Colaboran con ellos?
-Lo intentamos. Pero en Europa nos temen, pese a tener la misma ideología. El partido Fidesz de Hungría estuvo aquí, hablamos con ellos, pero nada ha resultado de estos encuentros.
-¿Qué piensa usted que Rusia debería hacer con Maduro?
-Estoy a favor de defender Venezuela. Allí hemos invertido dinero, está cerca de Cuba, de EEUU. Defendería a Maduro no como persona, sino como el poder legal. Y le daría toda la ayuda posible, incluyendo la militar.
-Pero Venezuela está muy lejos…
-Sería un ejercicio militar. En Siria ya lo hicimos. Para nosotros, ya no existen las distancias. Tenemos misiles que pueden impactar a miles de kilómetros en diez minutos, aviones que pueden volar a 2.000 kilómetros a la hora. No es fácil, pero estamos obligados. En Latinoamérica, todos adoran a Rusia y detestan a EEUU. Hay que enviar a nuestra flota de superficie, nuestros submarinos. Cerrar su espacio aéreo con nuestras baterías antiaéreas. Y, para demostrar nuestro poderío, no permitir cambios de régimen en América Latina.
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