La Casa Blanca confirma que el presidente firmara la emergencia y también la ley para evitar el cierre de la Administración.
El presidente de Estados Unidos se dispone a declarar el estado de emergencia en la frontera con México para arrogarse los fondos que le niega el Congreso y poder así cumplir con su promesa electoral de construir el Muro. Así lo ha confirmado la Casa Blanca pocas horas antes de que expire el plazo para evitar un nuevo cierre parcial de la Administración federal. Donald Trump firmará la ley bipartidista cocinada en los últimos días para financiar las instituciones hasta finales de septiembre, pero también declarará la emergencia para obtener los fondos que esa misma ley niega. La maniobra del presidente está llamada a sentar un peligroso precedente y podría abrir una grave crisis constitucional.
Ni los números ni los precedentes históricos avalan la supuesta crisis en la frontera mexicana que Trump lleva meses propagando como arma política para conseguir los fondos que el Congreso le niega. Pero nada de eso parece importar a un presidente que poco a poco está erosionando los mecanismos de preservación de la democracia estadounidenses, desde la separación de poderes al respeto a la independencia judicial. “Trump firmará la ley para financiar al Gobierno como ya había dicho, pero también adoptará por decreto la emergencia nacional para frenar la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera”, ha dicho la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
La legislación para evitar el cierre del Gobierno superó el primer trámite en el Senado con 83 votos a favor y 16 en contra y se esperaba que fuera aprobada también en la Cámara de Representantes antes del final de la jornada. Son más de 1.000 páginas de partidas presupuestarias que incluyen 1.400 millones de dólares para reforzar la seguridad en la frontera, cuatro veces menos de lo que Trump había pedido. El documento prohíbe explícitamente el uso de cemento para construir el Muro y solo le permitiría al presidente levantar 88 kilómetros de barrera metálica.
Los demócratas han protestado enérgicamente las intenciones de Trump para declarar la emergencia y arrogarse poderes extraordinarios. Su líder en el Congreso ha afirmado que no descarta contestar la medida en los tribunales, al tiempo que dejaba entrever que en un futuro su partido podría recurrir a la misma medida para saltarse la autoridad del legislativo cuando considere que bloquea asuntos prioritarios para el país. “¿Quiere usted hablar de una emergencia nacional? Pues hablemos de ello”, ha dicho Nancy Pelosi antes de recordarle que esta semana se cumple el primer aniversario de la masacre de estudiantes en el instituto Stoneman Douglass de Florida. “Eso sí es una emergencia nacional. ¿Por qué no declara la emergencia, señor presidente?”
También algunos republicanos han mostrado su oposición a los planes de la Casa Blanca. El senador Rand Paul ha dicho que la medida es “extraconstitucional”.
el periodico