La coalición del presidente turco se queda sin varias provincias y mantiene Estambul, pero por poco margen.
El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formación de Recep Tayyip Erdogan, ha perdido la alcaldía de la capital turca, Ankara. La ha perdido, como predecían todas las encuestas, a manos del principal partido de la oposición, el socialdemócrata y laico Partido Republicano del Pueblo (CHP).
La derrota en la capital escocerá bastante al presidente turco: Ankara había estado en sus manos desde hace 25 años. Allí, Erdogan expulsó al antiguo alcalde para reemplazarlo por otro miembro del partido, según el presidente, para rejuvenecer el AKP.
La jugada, sin embargo, les ha salido mal: el partido de gobierno, que se presentaba en coalición con su socio ultranacionalista MHP, ha perdido, en total, nueve provincias. Entre ellas, sin embargo —para tranquilidad de Erdogan—, no está Estambul. La mayor ciudad del país, que tiene cerca del 30% del total de la población turca, se espera que se mantenga en sus manos.
Pero que hayan perdido varias provincias no significa que el AKP no siga siendo el partido más popular de Turquía: Erdogan ha captado el 45% de los votos. “Hemos conseguido la victoria con un gran margen como siempre hemos hecho. Pero aceptamos nuestos resultados. Tanto los buenos como los malos”, ha dicho Erdogan.
La carrera en Estambul es tan reñida que, en una ciudad de 20 millones de habitantes, el AKP, en el recuento, le saca al CHP tan solo 20.000 votos. La ley electoral turca estipula que el ganador de las elecciones, el que más votos saca, es elegido automáticamente como alcalde del municipio o distrito. Con un márgen de diferencia tan pequeño no se espera que los resultados se hagan oficiales esta noche.
Durante casi una hora en la noche electoral el recuento ha parado. El candidato del CHP ha pedido explicaciones mientras aseguraba que sus recuentos internos le ponían a él como el más votado. Ha pedido a sus seguidores que no abandonen los colegios electorales por miedo a fraude.
“Nada cambiará”
Así, la oposición turca puede afirmar que ha conseguido una victoria parcial. Y, sin embargo, los ánimos entre sus filas no son muy optimistas. “Después de esto todo seguirá igual. Nada cambiará —dice Zehra, electora del CHP de 60 años después de votar, este domingo, en un barrio laico y opositor en Estambul—. Mañana la economía seguirá hundiéndose. Y la lira, también”.
Además, en campaña, Erdogan ha prometido varias veces que si los “terroristas”, es decir, los candidatos opositores, vuelven a ser elegidos en los comicios, el Gobierno les expulsará para colocar a personas de su confianza. Se refería básicamente al partido prokurdo HDP —que este domingo ha ganado en la mayoría de provincias del este—, pero en el punto de mira también podría estar el CHP.
O eso es lo que cree, como mínimo, Zehra: “Estoy convencida de que lo harán. Claro que hacerlo en Ankara es más difícil que hacerlo en el sureste, pero lo intentarán hacer seguro. Si lo hicieron una vez y les funcionó, ¿por qué no lo harían de nuevo?”, se pregunta esta vecina de Estambul.
Dos muertos
La jornada electoral ha sucedido de la forma habitual en lo que viene siendo una votación en Turquía: con algunos altercados por todo el país y muertos. En este caso, en la provincia de Malatya, han fallecido dos personas que hacían de observadores en un colegio electoral, miembros de un partido islamista pero opositor.
Su líder ha comentado en Twitter lo sucedido, y ha afirmado que quien ha disparado a los dos muertos era el primo del candidato regional del AKP. En total, ha habido siete heridos en reyertas en todo el país, en las provincias orientales de Mardin y Diyarbakir, y en Estambul.
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