Al menos 49 personas fueron detenidas y otras 16 resultaron heridas en la manifestación celebrada ayer en el distrito financiero de la isla de Hong Kong, que salió adelante a pesar de haber sido prohibida por las autoridades.
En un comunicado emitido lunes, la Policía confirma que los arrestados están acusados de tomar parte en una manifestación ilegal -penado en Hong Kong con entre 3 y 5 años de cárcel y multas- o posesión de armas ofensivas.
Según la autoridad supervisora de los hospitales de la ciudad, citada por medios locales, un total de 16 personas resultaron heridas, de las que cuatro ya han sido dadas de alta y el resto permanecen estables.
Las autoridades habían autorizado un mitin en el céntrico parque Chater pero no una marcha de dos kilómetros al considerarla peligrosa, lo que no impidió que miles de personas divididas en varios grupos protestasen a lo largo de seis kilómetros en las calles principales de la zona.
Según las fuerzas del orden público, los manifestantes atacaron a los agentes antidisturbios con ladrillos, botellas de cristal, pintura, e incluso dispararon canicas de metal con una ballesta y lanzaron un carro en llamas contra los agentes.
Las autoridades, que aseguran haberse incautado de “armas letales” como arcos y flechas, condenaron la actitud de los manifestantes y reiteraron su “decisión y capacidad de llevar a los infractores ante la Justicia”.
Los numerosos efectivos antidisturbios desplegados en las inmediaciones de la comisaría de Wan Chai y de la sede de la Oficina de Enlace -órgano oficial que representa a Beijing en Hong Kong- dispararon numerosos botes de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.
Los enfrentamientos entre Policía y manifestantes fueron particularmente tensos en la jornada, constató Efe.
En otro comunicado aparte, el Gobierno expresó su “enérgica condena” a los actos de los “manifestantes radicales que ignoraron la ley y el orden y alteraron de forma violenta el orden público”, al tiempo que recalcó su “apoyo total” a la Policía para que “vuelva a instaurar el orden público lo antes posible”.
“Una vez más, pedimos a los ciudadanos que expresen sus puntos de vista de forma pacífica y racional, y que respeten la ley”, agrega.
Tanto el mitin como la marcha improvisada de ayer tenían como objetivo protestar por la actuación policial en las últimas semanas, ya que consideran que las autoridades han respondido de manera excesiva ante los manifestantes y de manera muy tibia en el suceso del pasado día 21 en el barrio periférico de Yuen Long.
Allí, 45 manifestantes resultaron heridos tras un ataque de supuestos miembros de las tríadas (mafias chinas). Ayer decenas de miles de personas celebraron una marcha en el barrio, también desautorizada, que se saldó con al menos 23 heridos y 13 detenidos, entre ellos uno de los organizadores.
Este es un nuevo capítulo de las manifestaciones que comenzaron a principios de junio en Hong Kong contra una controvertida propuesta de ley de extradición, que han derivado hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad, cuya soberanía recuperó China en 1997 con el compromiso de mantener hasta 2047 las estructuras establecidas por los británicos.
A pesar de que la jefa del Gobierno local, Carrie Lam, dio por “muerto” el proyecto a principios de mes, los manifestantes no se dieron por satisfechos y han seguido inundando las calles de la ciudad durante los últimos ocho fines de semana.
Con información de EFE
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