Los esfuerzos de Estados Unidos por asfixiar al Gobierno venezolano van un paso más allá. El presidente Donald Trump ha firmado este lunes por la noche una orden ejecutiva que congela todos los activos que tiene el régimen de Nicolás Maduro en el país norteamericano. “Todos los bienes e intereses en bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en EE UU están bloqueados y no pueden transferirse, pagarse, exportarse, retirarse ni negociarse de otra manera”, reza la radical medida. Con esta acción, Venezuela entra al listado de países supeditados a estas restricciones por Washington: Corea del Norte, Irán, Siria y Cuba.
La orden ejecutiva de la Casa Blanca justifica la acción contra Caracas por “la continua usurpación del poder por parte de Maduro” y los miembros de su régimen, así como “los abusos contra los derechos humanos, incluido el arresto arbitrario o ilegal” y detención de ciudadanos venezolanos, interferencia con la libertad de expresión e intentos continuos “de socavar al presidente interino Juan Guaidó” y el ejercicio de autoridad legítima de la Asamblea Nacional venezolana. EE UU fue el primero de la cincuentena de países que reconocieron al jefe del Parlamento como presidente interino de Venezuela en enero y abogaron por una transición democrática y que se convoquen nuevas y transparentes elecciones presidenciales.
Esta es la primera vez en 30 años que EE UU congela los activos a un país occidental. Este año Washington ha impuesto sanciones a más de 100 individuos y entidades venezolanas, incluida la compañía petrolera estatal Pdvsa, el Banco de Desarrollo de Venezuela y el banco central de Venezuela. Trump ya había adelantado la semana pasada que estaban contemplando imponer esta estricta sanción al régimen, en vista de los apoyos que estaba recibiendo Maduro por parte de China e Irán.
La escalada en la presión es la antesala a las sanciones que anunciará este martes Washington contra Caracas en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, organizada por el Grupo de Lima en Perú para abordar la grave crisis en el país caribeño. El asesor de seguridad nacional de EE UU, John Bolton, adelantó este lunes que detallará “amplias” medidas que tendrán “muchas consecuencias potenciales”. El encuentro contará con la participación de 59 países y tres organismos internacionales: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y la Unión Europea. Bolton también advirtió a China y Rusia que el apoyo continuo al régimen venezolano “podría afectar el pago de su deuda después de la caída de Maduro”.
Las sanciones más duras
Desde 2017 Trump viene apretando el alicate de las sanciones contra Caracas, pero este año ha aplicado las más duras, que vislumbran un panorama oscuro en una economía ya de por sí en situación de colapso. Las restricciones a la venta de petróleo impuestas en marzo —que comenzaron a hacerse efectivas en mayo— significaron una disminución sustanciosa del flujo de efectivo del régimen de Maduro y desataron una crisis por la escasez de combustible en el país, que se ha sorteado parcialmente con el uso del oro de la nación y con la impresión de dinero inorgánico que ha echado más leña al fuego de la inflación, de por sí la más elevada del planeta.
Hace unas semanas el congelamiento de las empresas y los señalamientos a involucrados en el Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) -el programa asistencial con el que ha paliado desde hace tres años la escasez con alimentos importados vendidos a precios subsidiados, tras un complejo esquema de corrupción- suponía un golpe duro al instrumento que ha usado el chavismo para el control político y del que, en medio de la peor crisis económica que atraviesa el país, dependen al menos 16,3 millones de venezolanos, un número que ha ido en aumento, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del venezolano de 2018. Este mismo estudio reveló que a 90% de los venezolanos no le alcanzan los ingresos para cubrir los alimentos y que 51% de los hogares están en pobreza.
Un posible embargo económico total encontraría al país en su peor momento con una hiperinflación que cumplirá dos años en noviembre, siendo de las más prolongadas registradas. Además, el sector productivo está totalmente postrado, especialmente el sector agrícola, y la reconversión de la moneda realizada apenas de un año ya ha sido devorada por el dólar que es la moneda de facto. En Caracas, desde una carrera de taxi hasta un perro caliente callejero, una consulta médica, ropa y zapatos en centros comerciales, se pagan en dólares.
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional actualizó sus pronósticos para el país descartando la cifra del 10.000.000% de inflación al cierre de este año, ubicándola ahora en 1.000.000%. Sin embargo, el organismo estimaba que la economía se contraerá al cierre de 2019 en 35%, especialmente por la caída de la producción petrolera, que ya está por debajo del millón de barriles diarios.
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